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La Revolución de Abril en la Memoria Popular: Por Rubén Moreta, M.A.

La guerra de abril produjo más de cinco mil víctimas dominicanas, pero el pueblo sin rendirse, lucho como fiera en contra el imperio militar y político más grande del mundo (Estados Unidos de Norteamérica

Por Rubén Moreta M.A.

 En la Revolución de Abril de los 1965 militares progresistas dominicanos junto al pueblo cincelaron una unidad monolítica que persiguió reinstalar en el poder al Presidente Juan Bosch, infelizmente derrocado en el 1963, cuando llevaba siete meses en el poder.

La guerra de abril produjo más de cinco mil víctimas dominicanas, pero el pueblo sin rendirse, lucho como fiera en contra el imperio militar y político más grande del mundo (Estados Unidos de Norteamérica).

El coronel Rafael Fernández Domínguez fue el fundador y organizador del movimiento militar constitucionalista dentro de las Fuerzas Armadas.  Develado su propósito fue exiliado y delegó las tareas conspirativas en el coronel Miguel Ángel Hernández Ramírez, de todo lo cual estaba enterado el Profesor Juan Bosch, exiliado en Puerto Rico.  Pero quien concluyó como líder de la Revolución Constitucionalista fue el coronel Francisco Alberto Caamaño Deño.

 Antecedentes de la Revolución de Abril:

 El ascenso al gobierno del Profesor Juan Bosch marcó el inicio de la democracia dominicana, tras padecer una dilatada y oprobiosa dictadura de treinta y un años. Las elecciones ganadas por Bosch se celebraron el 20 de diciembre 1962, tomó posesión el 27 de febrero del 1963 y siete meses después, el 25 de septiembre de ese mismo año, su gobierno fue derrocado por un Golpe de Estado.

Tras el golpe de estado, se instaló en el gobierno un Triunvirato Civil, juramentándose como Presidente del mismo el abogado sanjuanero Emilio de los Santos, quien paradójicamente era el Presidente de la Junta Central Electoral y le había entregado el certificado de elección al Profesor Juan Bosch como presidente constitucional.

Las ansias de libertad y democracia del pueblo dominicano constituyeron la mayor razón para el triunfo electoral y ascenso al poder del Profesor Bosch. La sociedad dominicana deseaba vivir en democracia y libertad, pero el gobierno de Bosch fue erosionado por la conspiración de los remanentes del Trujillismo, junto a un sector del clero católico, a la gran burguesía y elementos de la pequeña burguesía urbana nucleados en el Partido Unión Cívica Nacional, contando con el respaldo expreso del gobierno de los Estados Unidos, a través de su embajada en el país. 

 Esos sectores lograron subvertir y quebrantar el orden constitucional, a través de un sacrílego golpe de Estado, que quebró la institucionalidad, sacó del poder a Bosch, produjo su exilio e hiere mortalmente la bisoña democracia.

 Los niños y jóvenes del siglo XXI deben saber que el gobierno de Bosch constituyó el primer ensayo genuinamente democrático de la historia política dominicana del siglo XX, lo cual se demuestra en las reformas sociales y políticas públicas trascendentes iniciadas en el manejo institucional del Estado, la administración de la economía y las Finanzas Públicas, el respeto de los derechos humanos, la transparencia, la garantía de las libertades civiles, la modernización del Estado, el diseño y aplicación de políticas sociales focalizadas en sectores vulnerables.

 El derrocamiento de Bosch, quien había obtenido un respaldo popular cercano al sesenta por ciento de los votos, generó un gran malestar social y político.  Varios grupos comenzaron a condenar el golpe de estado y a reclamar el retorno de Bosch al poder. Una de las acciones más contundentes fue el alzamiento del Movimiento Revolucionario 14 de junio el 29 de noviembre de 1963.

El líder de este movimiento guerrillero fue el Dr. Manuel Aurelio Tavares Justo (Manolo), quien inició una guerra de guerrillas en seis frentes guerrilleros: Las Manaclas en San José de las Matas, La Horma en San José de Ocoa, La Berrenda de Miches, Loma La Colorada, en San Francisco de Macorís; El Limón y la Escalera en Puerto Plata y Los Lindos de Enriquillo, en la Sierra del Bahoruco.

Manolo y los catorce integrantes de su comando en Las Manaclas, tras rendirse, fueron ejecutados, lo que provocó consternación nacional y la renuncia del triunvirato del sanjuanero Emilio de los Santos, siendo sustituido por Donald Reid Cabral.

Aunque este movimiento fracasó, el espíritu de sacrificio de los hombres del 14 de junio fue un gran estímulo para continuar la lucha por el restablecimiento del gobierno constitucional de Juan Bosch.

 Contexto de la Guerra de Abril:

En el mes de abril del 1965 se había expandido al interior de las fuerzas armadas y la policía la necesidad de reinstalar en el poder al derrocado Juan Bosch.  El 24 de abril del 1965 los oficiales constitucionalistas llaman al pueblo a unirse y luchar con ellos por el retorno a la constitucionalidad, le entregan las armas, y el pueblo se organiza en comandos urbanos, desarrollando una gran guerra de guerrillas, fundamentalmente en Santo Domingo.

 Fue el Capitán Peña Taveras el héroe que ejecutó la acción clave para dar el Golpe de Estado al Triunvirato e iniciar la Revolución de Abril: la coordinación con el doctor José Francisco Peña Gómez para avisarle el inicio del levantamiento en los cuarteles militares.  Peña Gómez estaba realizando el programa Tribuna Democrática a través de Radio Comercial, órgano de difusión del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

 Al efecto, pasada la una de la tarde del 24 de abril del 1965, el Capitán Peña Taveras, oriundo de San Juan, hizo prisionero a punta de fusil al Jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, General de Brigada Marcos Rivera Cuesta, pegándole su ametralladora en el pecho y exclamándole: “General, entregue su pistola, usted está detenido”, y procedió a realizar la histórica llamada a Peña Gómez para delatar la asonada.

Tras la comunicación telefónica del Capitán Peña Taveras con quien ostentaba el liderazgo interino del PRD, debido al exilio del Profesor Juan Bosch, Peña Gómez usó la emisora para exhortar al pueblo a tomar las calles y acompañar a los militares a restaurar la constitucionalidad, iniciándose así las hostilidades.

Aprovechando la confrontación cívico-militar interna, por segunda ocasión en el siglo pasado, los Estados Unidos de América produjeron una invasión a República Dominicana.  El 28 de abril, cuatro días después de iniciadas las hostilidades, 42 mil soldados norteamericanos invadieron suelo dominicano.  Esta invasión fue una odiosa intervención imperial, rechazada por todos los demócratas del mundo, pero groseramente avalada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que desde su nacimiento ha estado al servicio de los intereses norteamericanos.

A partir de esa odiosa invasión, la revolución de abril alcanzó la estatura de Guerra Patria, porque el pueblo unido rechazó y luchó en contra de la presencia extranjera de soldados que pisoteaban la dignidad nacional.

 En este 56 aniversario de la Revolución de Abril Honor y gloria al capitán Mario Peña Taveras, a los coroneles Fernández Domínguez y Francisco Alberto Caamaño (hijo del sanjuanero Fausto Caamaño) y honor a los soldados constitucionalistas que defendieron con gallardía la dignidad nacional.

El autor es Profesor UASD.

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