LA PALABRA DIARIA: “Digamos sí al llamado de Dios y Él nos proveerá lo necesario” (Mc 2,13-17)

Sábado, I Semana. Tiempo Ordinario

Color: AZUL O BLANCO O VERDE

16 de enero de 2021

(Feria o Memoria de la Virgen María)

Primera Lectura: Hb 4,12-16
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 18, 8.9.10.15
R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R/.

Evangelio: Mc 2,13-17
Lectura del santo evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: «¡De modo que come con recaudadores y pecadores!»
Jesús lo oyó y les dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

Palabra del Señor


“Digamos sí al llamado de Dios y Él nos proveerá lo necesario” (Mc 2,13-17)

El autor de la carta a los Hebreos nos invita a entrar en un descanso. Pero no un descaso cualquiera, sino al descanso del mismo Dios, pues si Dios al término de la creación descansó, es para enseñarnos que nosotros también debemos esforzarnos en la construcción de su Reino para hacernos merecedores de ese descanso. El trabajo al que estamos llamados es a anunciar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo en todo tiempo. Simplemente debemos estar dispuestos, como María, cuya memoria celebramos hoy y que con su “sí” ante el llamado hecho por Dios por medio del Arcángel Gabriel, se hace merecedora de toda gracia.

Digamos sí al llamado de Dios y Él nos proveerá lo necesario. Recordemos que el Padre Dios será quien ponga las palabras en nuestros labios, palabras que, siendo pronunciadas en su nombre, llegarán hasta los corazones más endurecidos, alcanzando en ellos la conversión.

Hoy podemos experimentar testimonios de conversión y salvación. Por un lado, tenemos el testimonio de la primera evangelizadora, María, quien, siendo obediente al llamado de Dios, se entrega al llamado diciendo ¨hágase en mí según tu palabra¨. Por otro lado, nos encontramos con un hombre, a quien conocemos como San Mateo, que por amor a Dios y por su fe en la llamada hecha por Jesús, se dispone a dejarlo todo y seguirlo. Levi, un recaudador de impuestos para el imperio opresor, no puede resistirse al «Sígueme» del maestro.

Nos corresponde hoy a nosotros escuchar ese llamado con nuestro “sí” y acudir al Resucitado. Él nos llama sin fijarse en nuestras debilidades, sino mostrándonos su inmenso amor y misericordia capaz de transformarnos en auténticos evangelizadores dispuestos a dar la vida, de ser necesario, por la salvación de otros. Nos llama como pecadores necesitados de arrepentimiento y salvación. Entremos en el “sí” para construir Reino.

(Guía Mensual)

“Señor, haznos dóciles a tu Espíritu para que podamos estar siempre alegres y a tu lado ✍