LA PALABRA DIARIA
Lunes, II Semana de CUARESMA
Color: MORADO
1 de marzo de 2021
Primera Lectura: Dn 9,4b-10
Lectura del profeta Daniel
Señor, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y eres leal con los que te aman y cumplen tus mandamientos. Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, padres y a toda la gente del país.
Tú, Señor, tienes razón, a nosotros nos abruma hoy la vergüenza; a los habitantes de Jerusalén, a judíos e israelitas, cercanos y lejanos, en todos los países por donde los dispersaste por los delitos que cometieron contra ti. Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti. Pero, aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona No obedecimos al Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por sus siervos, los profetas.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 78,8.9.11.13
R/. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados
No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados. R/.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu nombre. R/.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/.
Mientras, nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre, cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
Evangelio: Lc 6,36-38
Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Sean compasivos como su Padre es compasivo; no juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados; den, y se les dará: les verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que usen, las usará con ustedes».
Palabra del Señor
“Sean compasivos… no juzguen… no condenen… perdonen… den” (Lc 6,36-38)
La Cuaresma es tiempo de penitencia y en esta línea va la primera lectura de hoy con la oración penitencial de Daniel (9,4b-10). Él reconoce la culpa del pueblo elegido, tanto del pueblo como de sus dirigentes. No han hecho ningún caso de los profetas que Dios les envía: «hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos».
En cambio, Dios siempre se mantiene fiel. Daniel confiesa y reconoce la bondad de Dios: «Dios grande, que guardas la alianza y el amor a los que te aman… Al Señor Dios nuestro la piedad y el perdón».
El tiempo de Cuaresma nos invita a descubrirnos como pecadores, como personas necesitadas de la misericordia de Dios. Y es importante llegar a ser conscientes de esta realidad ya que solamente cuando uno reconoce lo miserable que es, su corazón se puede abrir a los hermanos. Normalmente las personas soberbias, déspotas y egoístas no han tenido la experiencia de encontrarse con sus debilidades y darse cuenta que no son mejores que aquellos a quienes han juzgado, sino que muchas veces han sido peores.
Cuando sientas el impulso de juzgar o de condenar, mira un poco en tu interior y descubrirás que no eres mejor que él, y que, a pesar de esto, Dios te ama y te muestra su misericordia… seguramente esta mirada interior te llevará a amar, a perdonar y a ayudar a tu hermano en vez de criticarle o juzgarle.
Si la primera lectura nos hablaba de la relación de nosotros con Dios, el evangelio nos dice cómo debe ser la relación entre nosotros, los humanos: «sean compasivos… no juzguen… no condenen… perdonen… den». Jesús nos pide que nos comportemos entre nosotros de la misma manera que Dios hace con cada uno. Que Él nos dé la fuerza para poder imitarle.
(Guía Mensual)
“Miren, estamos subiendo a Jerusalén…” (Mt 20,18)
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad✍
