LA PALABRA DIARIA: “Jesús, se arriesga y camina sin temor por encima de todo mal” (Mc 6, 45-52)

Feria después de la Epifanía o Memoria Libre: San Eulogio de Córdoba, Presbítero y Mártir

Color: BLANCO

Sábado, 9 de enero de 2021

Primera Lectura: I Jn 4, 11-18
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Juan
Queridos hermanos: Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado a nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto, y damos testimonio, de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.
Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 71, 2.10.12-13
R/. "Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra."
Dios mío, confía tu juicio al rey; para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos, que los reyes de Arabia y de Sabá le ofrezcan sus dones. R/.
Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tiene protector; el se apiadará del pobre y del indigente y salvará la vida de los pobres. R/.

Evangelio: Mc 6, 45-52
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado. Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice: «Ánimo, soy yo, no tengan miedo.» Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.

Palabra del Señor


“Jesús, se arriesga y camina sin temor por encima de todo mal” (Mc 6, 45-52)

¡Ánimo! Soy yo; no teman”. Palabras alentadoras, motivadoras y restauradoras. Así iniciamos el día: movidos a la calma existente en cada uno cuando sabemos tranquilizar la mente y el corazón ante el desencanto, la desesperanza y el miedo ocasionado por las tormentas de la vida.
La barca, en medio del lago, navega buscando puerto seguro al otro lado del mar. Noche oscura y vientos fuertes irrumpen el camino de un grupo que navega en la oscuridad de la noche. Viento contrario, así como tantos vientos que hemos estado viviendo desde hace tiempos inmemorables, que parecen desear hundir la barca de nuestras comunidades, de nuestra Iglesia.

Han sido muchas las voces contrarias al grito esperanzador de la Iglesia. Voces huracanadas que parecen preferir el reino de la muerte; voces que motivan a un consumismo desmesurado; voces poderosas que atentan contra la dignidad de la mujer objetivándolas; voces que atentan contra un crecimiento sano de nuestros niños, niñas y adolescentes promoviendo el placer a toda costa; en fin, voces que no desean que nuestra barca, el pueblo de Dios, llegue sano y salvo al “otro lado del río”.

Nos paralizamos por el miedo al qué dirán. Parece que la incertidumbre y la falta de control de la normalidad que antes experimentábamos nos han hundido en un mar de dudas y de temor. Pero, no estamos solos. El miedo nunca vencerá ante la fuerza y el coraje del amor respetuoso, reconfortante y tranquilizador que nos dice hoy y siempre “¡Animo! Soy yo; no teman”. El amor siempre está disponible a todos. En el amor recibimos la calma que todos anhelamos. Jesús, se arriesga y camina sin temor por encima de todo mal que atente contra nosotros. Su amor siempre está disponible dando respuestas mediante su involucramiento respetuoso y constante de su presencia amiga. Su amor nunca juzga mal, nunca interpreta incorrectamente y sobre todo nunca discrimina. Es un amor que podemos experimentar a pesar de toda tormenta por la que pudiéramos estar atravesando.

El 2021 es para dejar que Jesús suba a nuestra barca, calme los vientos de nuestras vidas y nos sorprenda cada día con su sublime amor que le quita el embotamiento a nuestra mente y a nuestro corazón. ¡Así también construimos Reino!

(Guía Mensual)

“Gracia y paz de parte de Dios, nuestro padre y Jesucristo, el Señor”✍