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“Tenemos que cimentar el proyecto de vida nuestro en la persona de Jesús” (Lc 6, 43-49)

LA PALABRA DIARIA

Sábado, XXIII Semana. Tiempo ordinario

Color: VERDE

11 de septiembre de 2021

Primera lectura: I Tim 1, 15-17
Lectura de la primera carta de San Pablo a Timoteo

Querido hermano: Pueden fiarse y aceptar sin reserva lo que les digo: Que Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 112,1-2.3-4.5a y 6-7
R/. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.

Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor por siempre. R/.
De la salida del sol hasta el ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. R/.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se abaja para mirar, al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre. R/.

Evangelio: Lc 6,43-49
Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.
Cada árbol se conoce por su fruto: porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca.
¿Por qué me llaman “Señor, Señor”, y no hacen lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, les voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida.
El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó desplomándose.

Palabra del Señor


“Tenemos que cimentar el proyecto de vida nuestro en la persona de Jesús” (Lc 6, 43-49)

Continuamos con la lectura de la Primera carta del apóstol Pablo a Timoteo y en esos breves versículos Pablo sigue afirmando que el Señor vino a salvar a los pecadores y él es el primero. Se reconoce en esa dimensión; por eso afirma que Dios lo ha tratado con misericordia y Jesucristo ha mostrado toda su generosidad, para que pueda ser ejemplo para los que aspiran a la vida eterna.
Esos comentarios de Pablo, ponen de manifiesto su profunda experiencia espiritual y al mismo tiempo su gran humildad al reconocerse pecador. Su alabanza se expresa al final del texto, cuando dice “Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén”
En el texto del Evangelio se nos habla de los frutos como el resultado de nuestras acciones y como la muestra de nuestro discernimiento y mediante la parábola de la casa que se construye sobre roca, nos habla de la necesidad de cimentar nuestras acciones, actitudes, estilo de vida y compromiso cristiano sobre bases sólidas y que no se la lleve la corriente de agua ni ninguna crecida.
Tenemos que cimentar el proyecto de vida nuestro en la persona de Jesús, que es una roca fuerte que nada ni nadie lo puede derribar. Esas simples comparaciones de la vida diaria: el árbol que no da frutos y la casa que debemos construirla sobre roca, Jesús nos enseña que hay que seguir lo que nos propone, que no basta con confesarlo de palabras; se hace necesario la coherencia, el resultado de nuestros actos y, sobre todo, la unidad profunda a Él y su Palabra.

(Guía mensual)

“Que Dios llene de paz tu casa y te bendiga grandemente, Él que vive y ama por los siglos de los siglos. Amén” ✍

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