Internacionales

“San José: hombre bueno y justo”.

LA PALABRA CADA DÍA

Solemnidad: San José, Esposo de la Virgen María

“San José: hombre bueno y justo”

Color: BLANCO

19 de marzo del 2022

Primera Lectura: II Sam 7, 4-5a.12-14a.16
Lectura del Segundo Libro de Samuel

En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: «Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 88,2-3.4-5.17 y 29
R/. Su linaje será perpetuo
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R/.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: «Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.» R/.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R/.

Segunda lectura: Rom 4,13.16-18.22
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos

Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.»
Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.» Por lo cual le valió la justificación.

Palabra de Dios

Evangelio: Mt 1, 16.18-21. 24a
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Palabra del Señor


“San José: hombre bueno y justo”

Celebramos hoy la fiesta de San José, sobre el evangelio dice que era un hombre bueno y justo. Los textos bíblicos referidos a san José son contados, si bien contienen información valiosa sobre su figura y sobre el significado de su misión en la vida de Jesús y en la vida de su Madre, María, con la que san José estaba desposado. La vida de San José es un canto a la bondad: fue bueno con María, con la que estaba desposado, y con Jesús; aceptó las explicaciones que Dios le dio y, llevado de su bondad, acogió a María y a Jesús, y les amó entrañablemente.
Por eso, la fiesta de San José es un buen momento para preguntarnos por la bondad y por el lugar que ocupa en nuestra vida diaria. En principio, tenemos una alta consideración de la bondad, que se manifiesta también en el rechazo del mal. En el rechazo, por ejemplo, de los protagonistas de perversas actuaciones que cada día vemos en los medios de comunicación. Ante tanto mal, nuestro corazón se entristece y nos gustaría otra cosa, rechazamos el mal, porque es opuesto a la bondad. Esto es un claro indicativo que estamos llamados a trabajar cada día por ser buenos, ya que fuimos creados para participar de la bondad de Dios, tal como lo hizo san José.
Contemplar la figura de san José y la vocación a la que Dios le llamó tiene que movernos a todos para acercarnos a él con una actitud de profunda humildad, de admiración, y sabernos tocados también nosotros por la gracia de Dios, que cuenta con lo que aparentemente es insignificante para realizar su plan de salvación.
Junto a la humildad y a la admiración tendríamos que sentirnos animados a colaborar con la gracia de Dios, que nos es concedida para llevar a cabo la misión confiada a cada uno de nosotros, sin que nadie se sienta relegado de Dios. Dios sabe lo que hace. Eligió a san José para que fuera el esposo de la santísima Virgen María, a la que había elegido para ser la Madre de su Hijo. Todos contamos para Dios, que nos mira con amor de Padre lleno de ternura y de misericordia.
Pidamos a san José que interceda por nosotros para que aprendamos a entregarnos sin reservas al plan de salvación de Dios, y para que lo hagamos con humildad y con total confianza en Dios, para quien nada hay imposible (Lc 1,37).

(Guía Mensual)

“Que Dios llene de paz tu casa y te bendiga grandemente, Él que vive y ama por los siglos de los siglos. Amén” ✍

@sabanetaprimero. 829-856-9362 El Whatsapp que te mantiene informado, agrégalo para que te lleguen las noticias al instante o simplemente para hacer noticia un hecho que ocurra en tu sector.

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Botón volver arriba
A %d blogueros les gusta esto: