El Partido Liberal del economista Mark Carneyganó las elecciones legislativas celebradas este lunes en Canadá, aunque no alcanzó la mayoría absoluta, lo que lo obliga a gobernar en minoría y negociar con otras fuerzas políticas en un Parlamento fragmentado.
Carney celebró su victoria en Ottawa pasadas las 2:00 de la madrugada del martes, comprometiéndose a liderar un gobierno “con todos los partidos, territorios y la sociedad civil”. También anticipó una etapa tensa con Estados Unidos, advirtiendo que “la vieja relación con EE.UU. basada en la integración ha terminado” y que buscará un nuevo acuerdo con el presidente Donald Trump, quien ha lanzado múltiples amenazas económicas contra Canadá.
Los liberales obtuvieron de forma provisional 167 escaños, cinco menos de los 172 necesarios para gobernar con mayoría, frente a los 145 del Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, quien reconoció la derrota y prometió liderar una oposición firme. El resultado final dependerá de circunscripciones muy reñidas, especialmente en Ontario.
Mientras tanto, el Bloque Quebequés (BQ)resistió mejor de lo esperado, con 23 escaños, aunque perdió 10 respecto a las elecciones anteriores. En cambio, el Nuevo Partido Democrático (NPD) sufrió una dura derrota, cayendo de 25 a solo 7 escaños, y su líder Jagmeet Singh anunció su dimisión, al quedar tercero en su propio distrito electoral.
Los analistas señalan que ningún partido puede cantar victoria: los liberales ganan pero no arrasan, los conservadores mejoran sin alcanzar el poder, y los partidos minoritarios pierden fuerza. La compleja aritmética parlamentaria anticipa un mandato inestable, en un contexto internacional complicado, con Trump presionando por redefinir la relación bilateral.
Con este resultado, Carney enfrentará su primera gran prueba como primer ministro intentando mantener la gobernabilidad interna y defender a Canadá frente a un escenario exterior cada vez más agresivo.
EFE
