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“Le pusieron por nombre Juan, que significa “Dios es bueno” (Lc 1, 57. 66-80)

LA PALABRA DIARIA

Solemnidad: Natividad de San Juan Bautista

Color: BLANCO

24 de junio de 2021

Primera lectura: Is 49,1-6
Lectura del libro de Isaías

Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.» Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel –tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza–
«Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 138,1-3.13-14ab.14c.15

R/. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente

Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma. R/.
No desconocías mis huesos, cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.

Segunda lectura: Hc 13,22-26
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles

En aquellos días, dijo Pablo: «Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: “Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos.” Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: “Yo no soy quien piensan; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias.” Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que temen a Dios: A ustedes se les ha enviado este mensaje de salvación.» Palabra de Dios.

Evangelio: Lc 1,57-66.80
Lectura del santo evangelio según san Lucas

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre.
La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

Palabra del Señor


“Le pusieron por nombre Juan, que significa “Dios es bueno” (Lc 1, 57. 66-80)

Hoy celebramos la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, precursor de Cristo. Muchas señales rodearon el nacimiento de Juan el Bautista. Prefirió retirarse al desierto asumiendo una vida de austeridad para dedicarse todo a Dios.
Le pusieron por nombre Juan, que significa “Dios es bueno”. La mano de Dios estaba con él. Fue profeta humilde y obediente reconociendo el llamado del Señor, en su vocación de anticipar la llegada de Jesús al ministerio mesiánico. Evitó caer en la tentación de usurpar el papel de Jesús negando ser el Mesías.
Muchos cristianos no somos conscientes, como Juan el Bautista, de que la mano de Dios está con nosotros, y de que únicamente el pecado nos puede apartar de la misión que nos ha sido encomendada. De la misión de San Juan Bautista dice el Papa Francisco que: “era dar testimonio de Jesús” siendo la “lámpara que indica dónde está la luz”.
Así como Juan no temió denunciar la conducta inmoral del rey Herodes, de igual modo corresponde a la Iglesia denunciar las situaciones en las que al Pueblo de Dios le causan graves daños.
La mano del Señor está con nosotros, allanemos sus caminos, suscitando la conversión de los corazones a Dios; busquemos el trato íntimo con Él en soledad, prestos a escuchar su voz sin distracción, por encima de las opiniones humanas.

(Guía Mensual)

“Que Dios llene de paz tu casa y te bendiga grandemente, Él que vive y ama por los siglos de los siglos. Amén” ✍

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