LA PALABRA DIARIA: “Vengan también aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco” (Mc 6, 30-34)

Sábado, IV Semana. Tiempo Ordinario

Memoria Obligatoria: Santos Pablo Miki, Religioso y Compañeros Mártires

Color: ROJO

6 de febrero de 2021

Primera lectura: Heb 13, 15-17.20-21

Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Por medio de Jesús, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que profesan su nombre. No se olviden de hacer el bien y de ayudarse mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a Dios. Obedezcan con docilidad a sus jefes, pues son responsables de sus almas y velan por ella; así lo harán con alegría y sin lamentarse, con lo que salen ganando. Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud de la sangre de la alianza eterna, les ponga a punto en todo bien, para que cumplan su voluntad. Él realizará en nosotros lo que es de su agrado, por medio de Jesucristo; a él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial:22, 1-3ª.3b-4.5.6
R/. "El Señor es mi pastor, nada me falta."

El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, me conduce hacia aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R/.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.

Evangelio: Mc 6, 30-34
Lectura del Santo Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un sitio tranquilo a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca, a un sitio tranquilo y apartado.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra del Señor


“Vengan también aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco” (Mc 6, 30-34)

La primera lectura (Heb 13, 15-17.20-21) nos indica los sacrificios que agradan a Dios. En el Evangelio de hoy se nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.
Una situación: los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros… ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.
Una necesidad: el cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa! — encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.
Jesús les dice: «Vengan también aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.
Una paradoja: la escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo…): ¡sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles… y la realidad mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.
Finalmente, hoy celebramos a san Pablo Miki y compañeros, mártires de Japón en el siglo XVI. Ellos, como los once apóstoles en el día de la Ascensión de Jesucristo (cf. Mt 28,17), también fueron al “monte”: en su caso fue el “monte” de la crucifixión, acaecida en la ciudad de Nagasaki. En la conmemoración de los mártires —parafraseando unas palabras del Papa Francisco— se cumple más que nunca aquello que la historia de la Iglesia «es gloriosa por el hecho de ser historia de sacrificios.

(Guía Mensual)

“Señor, haznos dóciles a tu Espíritu para que podamos estar siempre alegres y a tu lado ✍