Viernes, I Semana. Tiempo Ordinario
Color: AZUL O BLANCO O VERDE
15 de enero de 2021
(Feria o Memoria de la Virgen María)
Primera Lectura: Hb 4,1-5.11
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Temamos, no sea que, estando aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de ustedes crea que ha perdido la oportunidad. También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron de nada les sirvió, porque no se adhirieron por la fe a los que lo habían escuchado. En efecto, entramos en el descanso los creyentes, de acuerdo con lo dicho: «He jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso», y eso que sus obras estaban terminadas desde la creación del mundo. Acerca del día séptimo se dijo: «Y descansó Dios el día séptimo de todo el trabajo que había hecho.» En nuestro pasaje añade: «No entrarán en mi descanso.» Empeñémonos, por tanto, en entrar en aquel descanso, para que nadie caiga, siguiendo aquel ejemplo de desobediencia.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 77, 3.4bc.6c-7.8
R/. No olviden las acciones de Dios
Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, lo contaremos a la futura generación: las alabanzas del Señor y su poder. R/.
Que surjan y lo cuenten a sus hijos, para que pongan en Dios su confianza y no olviden las acciones de Dios, sino que guarden sus mandamientos. R/.
Para que no imiten a sus padres, generación rebelde y pertinaz; generación de corazón inconstante, de espíritu infiel a Dios. R/.
Evangelio: Mc 2,1-12
Lectura del santo evangelio según san Marcos
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la Palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.»
Unos letrados, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿«Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué piensan eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico “tus pecados quedan perdonados” o decirle “levántate, coge la camilla y echa a andar”? Pues, para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados…»
Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.»
Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual.»
Palabra del Señor
“No nos quedemos de brazos cruzados ante tantas personas que necesitan de nosotros” (Mc 2,1-12)
El autor del escrito a los Hebreos, continua exhortándonos a mantenernos firmes en el santo temor a Dios. Nos motiva a vivir la esperanza y a no ser indiferentes como aquellos que viendo las obras de liberación y escuchando su mensaje perdieron la esperanza. El salmista nos impulsa a no olvidar las hazañas del Señor en favor de su pueblo y a guardar sus mandamientos.
El Evangelio de hoy nos deja una enseñanza de creatividad y solidaridad. La generosidad de aquellos cuatro hombres que, sabiendo que Jesús se encontraba en Cafarnaúm, se compadecieron del paralítico que estaba allí en busca de sanación. Los cuatro mueven el tejado de la casa para llevarle aquel hombre imposibilitado de caminar.
Podríamos cuestionarnos sobre qué estamos haciendo por aquellos que no pueden acceder a una vida digna y sana, cuánto hacemos para dar una palabra de aliento en nuestras familias; pensar sobre cuánto necesitan los demás y que no estamos supliendo; nos hace repensar sobre cómo estamos reteniendo la fe y esperanza para aquellos que la han perdido.
El lema de este mes nos recuerda las palabras de María en el cántico del Magníficat: “A los hambrientos colmó de bienes” (Lc. 1, 53 a). No nos quedemos de brazos cruzados ante tantas personas que necesitan de nosotros, sirvamos con amor en el Reino de Dios. Qué el Señor sane hoy nuestras parálisis físicas y espirituales. ¡Amén!
(Guía Mensual)
“Señor, haznos dóciles a tu Espíritu para que podamos estar siempre alegres y a tu lado ✍