“Jesús va al desierto totalmente dócil a la acción del Espíritu Santo” (Mc 1, 12-15)

LA PALABRA DIARIA

I Domingo. Tiempo de CUARESMA. Ciclo B

“Jesús va al desierto totalmente dócil a la acción del Espíritu Santo” (Mc 1, 12-15)

Color: MORADO

21 de febrero de 2021

Primera Lectura: Gn 9,8-15

Lectura del libro del Génesis 9, 8-15

Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Yo hago un pacto con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con ustedes: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.»

Y Dios añadió: «Ésta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todo lo que vive con ustedes, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con ustedes y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes.»

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 24, 4bc-5ab.6-7bc.8-9
R/. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas. Acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R/.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.

Segunda Lectura: 1 Pe 3,18-22

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 18-22

Queridos hermanos: Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conducirlos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, —ocho personas—, se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente nos salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor Nuestro, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

Palabra de Dios VERSICULO ANTES DEL EVANGELIO MT. 4,4B

No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios

Evangelio: Mc 1,12-15

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 12-15

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio.»

Palabra del Señor


“Jesús va al desierto totalmente dócil a la acción del Espíritu Santo” (Mc 1, 12-15)

La liturgia de la Palabra de este primer domingo de Cuaresma nos presenta la alianza que Dios establece con los hombres y con la creación, después del diluvio, a través de Noé. Dios, creador del hombre y de todos los seres vivos, en cierto sentido había aniquilado con el diluvio cuanto él mismo había creado. Ese castigo tuvo como causa el pecado.
Las aguas no exterminaron a Noé ni a su familia, tampoco a los animales que había recogido en el arca. De ese modo, se salvaron el hombre y los demás seres vivos que constituyeron después del diluvio el comienzo de una nueva alianza entre Dios y la creación. Las lecturas de hoy nos permiten mirar de un modo nuevo al hombre y al mundo en el que vivimos, que no sólo representan la obra creadora de Dios; también son la imagen de la alianza.
El evangelio de este día, al indicarnos que Jesucristo se retiró al desierto, no dice que fuera para huir la compañía de los hombres ni para orar; sino a fin de ser tentado. El primer paso de quien pretende consagrarse a Dios ha de ser dejar el mundo, con el fin de disponerse a luchar contra el mundo mismo y contra los demás enemigos de nuestra salvación. Cuantos se alistan en el servicio de Dios deben prepararse para la tentación.
Dios permitió que Jesús fuese tentado por el espíritu de las tinieblas, de forma que obtuviese sobre él la primera victoria mesiánica. El desierto, además de ser lugar de encuentro con Dios, es también lugar de tentación y de lucha espiritual. Durante la peregrinación a través del desierto, que se prolongó durante cuarenta años, el pueblo de Israel había sufrido muchas tentaciones y había cedido. Jesús va al desierto totalmente dócil a la acción del Espíritu Santo, que le pide desde el interior aquella definitiva preparación para el cumplimiento de su misión. Es un período de soledad y de prueba espiritual.
Estamos, por tanto, llamados a reconocer el valor del desierto como lugar de una particular experiencia de Dios, como sucedió con Moisés, Elías y sobre todo con Jesús que, conducido por el Espíritu Santo, acepta realizar la misma experiencia: el contacto con Dios Padre en lucha contra las potencias opuestas a Dios. Su experiencia es ejemplar, y nos puede servir también como lección sobre la necesidad de la penitencia y oración.

(Guía Mensual)

O“Miren, estamos subiendo a Jerusalén…” (Mt 20,18)
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad”✍