SANTO DOMINGO – El ex juez del Tribunal Superior Electoral (TSE), doctor Ramón Arístides Madera Arias, manifestó la forma en que se la ha jugado por el pueblo dominicano, independientemente del gobierno de turno.
Sostuvo, que en las pasadas elecciones “se jugó la faja” en un país con una democracia vulnerable, que estaba en peligro, donde se iba a “masacrar” a todo el mundo por la intención de un sector que pretendía quedarse en el poder a cualquier precio.
Resaltó entonces que, antes la situación ocurrida después de su desvinculación del TSE, el presidente de la República, Luis Abinader, designó una comisión encabezada por su gran amigo Víctor D´Aza.
A través de la misma le ofrecieron designarlo de inmediato en una de las mejores embajadas o consulado de Estado Unidos.
“Lamentable el presidente de la República me cubió, no cumplió conmigo, y me dejaron con el traje hecho, pero estoy vivo y sigo haciendo lo bien hecho, todo por el bien de la República Dominicana”, indicó.
Destacó que él se arriesgó, porque para él lo que vale son los mejores intereses de los dominicanos, lo que vale es la democracia, y que es de Montecristi, de la estirpe de Desiderio Arias, quien era tío abuelo de su mamá.
Además dijo que él es de esas pleyas de hombres que surgen de aquí de Montecristi, entre ellos los restauradores de la República, Julio De Peña Valdez y Manolo Tavares Justo, y por lo tanto consideró que su accionar siempre se debe a la lucha de los buenos dominicanos que se entregan al pueblo y que ofrendan su vida por defender la patria, la independencia y la nacionalidad.
Recordó que en el gobierno de Hipólito Mejía, él era procurador general de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y en plena campaña electoral reeleccionista, a Manzanillo y Samaná lo cogieron de basurero para convertirlo en Vertedero de las Américas, sin embargo, manifestó que arriesgó la faja para defender a la provincia Montecristi y a la República Dominicana, para que no se convierta en un despojo ni en un basurero de esos desechos tóxicos nocivo y dañino al medio ambiente, como lo es el rockash.
Madera Arias, declaró que la mayoría de los sectores y los poderes fácticos estaban controlados; la opinión pública, la iglesia, la sociedad civil, Junta Central Electoral (JCE) , Tribunal Superior Electoral y que de no “empantalonarse” Luis Abinader no fuera presidente de la República.
Aseguró, que sus reiteradas denuncias públicas se convirtieron en chispas inspiradoras para la juventud de clase media que se empoderó para defender la democracia y se manifestaron en la Plaza de la Bandera y a través de los cacerolazos.
Puntualizó que en la pasada campaña electoral fue objeto de amenazas, persecución de sus familia y que puso en peligro su integridad física, intentaron sobornarlo, ofreciéndole una apartamento de lujo en la Torre Mar azul, en la avenida Anacaona, cosa ésta que él rechazó categóricamente, contestándole “yo no me vendo, se vende el que está en el mercado, y a mí no me hace falta lo que nunca es tenido”, y a su vez enfatizó que nada le complace más que servir a la democracia, al pueblo, a los pobres y a los mejores intereses del país.
Dicho pronunciamiento fue hecho durante la colocación de su nombre a una de las calles de San Fernando, frente al Palacio de Justicia de Montecristi. En el acto inaugural estuvieron presentes el senador Moreno Arias, el diputado Rosendy Polanco, los regidores Seneida Sigollen Sánchez, Chico Gómez, María Báez Toribio, Mario Rafael Bournigal Pimente, y Rafelito Santana, José Luis Cholo Tatis, entre otras personalidades.
En ese escenario, el ex juez titular del Tribunal Superior Electoral reiteró que había la intención de un grupo de quedarse en el poder, controlando la opinión pública, la iglesia, la sociedad civil, la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Electoral.
El magistrado, como se conoce a Ramón Madera Arias, recordó que él lo dijo y enfrentó un fraude, indiscutiblemente que se vio cristalizado en febrero del 2020, pero que el objetivo propuesto era para ser ejecutado para el mes de mayo, a fin de impedir de manera fraudulenta el ascenso al poder de Luis Abinader.
Explicó que el 15 de febrero del año 2020 estalló la bomba y que fueron sus denuncias públicas manifestadas a través de sus votos disidentes que sirvieron de chispas inspiradoras para que se levantara la juventud a defender la democracia en la Plaza de la Bandera y para que el pueblo se manifestara a través de cacerolazos, lo que provocó la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), la sociedad civil, el empresariado dominicano, la iglesia y hasta la embajada de los Estados Unidos, para salvar la democracia dominicana.
Dijo que muchas personas les han preguntaron ¿qué si valió la pena defender la democracia porque al final lo sacaron del Tribunal Superior Electoral, los que a su vez consideran como un mal mensaje enviado a la sociedad, porque de nada sirve ser serio, ser honesto, eficiente y responsable, ya que ese es el pago que en este país merecen las personas idóneas e incorruptibles y que han demostrado gallardía y capacidad para desempeñar el puesto?.
Ante tal cuestionamiento el magistrado Madera Arias les responde a las personas que sí, que vale la pena, porque él no trabaja por intereses personales y su lucha es a favor de los mejores intereses del pueblo dominicano, de los pobres, de la institucionalidad del país y de la consolidación de la calidad de la democracia.