“Estamos viviendo un tiempo de gracia” (Lc 11, 29-32)

LA PALABRA DIARIA

Miércoles, I Semana de CUARESMA

Color: MORADO

24 de febrero de 2021

Primera Lectura: Jon 3,1-10

Lectura de la profecía de Jonás
Vino la palabra del Señor sobre Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la gran capital, y pregona allí el pregón que te diré.» Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, pregonando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada!» Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños.
Llegó la noticia al rey de Nínive: se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de sayal, se sentó en tierra y mandó a proclamar a Nínive en nombre suyo y del gobierno: «Que hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; vístanse de sayal hombres y animales; invoquen con ahínco a Dios. Conviértanse cada cual de su mala vida y de las injusticias cometidas. ¡Quién sabe si Dios se arrepentirá y nos dará respiro, si aplacara el incendio de su ira, y no pereceremos!» Y vio Dios sus obras y como se convirtieron de su mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 50, 3-4.12-13.18-19
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.

Evangelio: Lc 11, 29-32
Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Palabra del Señor


“Estamos viviendo un tiempo de gracia” (Lc 11, 29-32)

Los judíos piden milagros maravillosos para convertirse. Estos le piden a Jesús un signo, piden que demuestre que Él es verdaderamente el Mesías, aquel de quien hablan Moisés y los Profetas. En muchas ocasiones esperamos demostraciones, tanto en la historia universal como en nuestra vida personal.
Jonás anunció que dentro de cuarenta días Nínive sería arrasada. A nosotros se nos está diciendo que dentro de cuarenta días será Pascua, estamos viviendo un tiempo de gracia. Así como los ninivitas supieron reconocer en la predicación de Jonás la verdadera llamada de Dios y se convirtieron, así nuestra generación debe creer en Jesús, no buscando signos espectaculares, sino a través de su Palabra, de su Vida.
Hoy hace una semana que iniciamos la Cuaresma con el rito de la ceniza. ¿Hemos entrado en serio en este camino de preparación a la Pascua? La palabra de Dios nos está señalando caminos concretos: un poco más de control de nosotros mismos (ayuno), mayor apertura a Dios (oración) y al prójimo (caridad). ¿Tendrá Jesús motivos para quejarse de nosotros, como lo hizo de los judíos de su tiempo por su obstinación y corazón duro?

(Guía Mensual)

“Miren, estamos subiendo a Jerusalén…” (Mt 20,18)
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad✍