“Es preciso que le creamos a Jesús, que creamos en su Palabra” (Jn 5,31-47)

LA PALABRA CADA DÍA

Solemnidad: San José, Esposo de la Virgen María

Color: BLANCO

19 de marzo de 2021

Primera Lectura: II Sam 7,4-5a.12-14a.16

Lectura del segundo libro de Samuel
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: "Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí, hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 88, 2-3.4-5.17 y 29
R/. "Su linaje será perpetuo"
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad." R/.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: "Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades." R/.
Él me invocará: "Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora." Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R/.

Segunda lectura: Rom 4,13.16-18.22
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos
Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: "Te hago padre de muchos pueblos."
Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: "Así será tu descendencia." Por lo cual le valió la justificación.
Palabra de Dios

Evangelio: Mt 1,16.18-21.24
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Palabra del Señor


“El ejemplo de José debe ser para nosotros un modelo a seguir” (Mt 1,16.18-21.24)

Celebramos hoy la Solemnidad de san José, esposo de la Virgen y padre adoptivo de Jesús. El papa Francisco, recordando el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal, ha querido que no solo dediquemos este día para recordar, reconocer y vivir las actitudes de José, sino todo el año 2021.
Se podría decir que de la misma manera que el ángel del Señor anunció a María su futura maternidad, también se puede decir que el ángel del Señor anunció a José su deber de aceptar a María como su esposa. Y así como María dijo su famoso “hágase”, de igual manera José “hizo como el ángel del Señor le había mandado”. José conocía muy bien las leyes judías y sabía que denunciar públicamente a su esposa, acusándola de infidelidad, podía llevar a esta a morir apedreada en la vía pública.
En estos tiempos de tanta violencia machista, el ejemplo de José debe ser para nosotros un modelo a seguir. Si los hombres de hoy tuvieran el mismo concepto del amor y del bien que tuvo José, no habría violencia machista, ni tantas mujeres asesinadas, ni tanto egoísmo de dentro y fuera del matrimonio.
La confianza que Dios deposita en José pone de manifiesto hasta qué punto Dios valora al hombre. Somos ciertamente muy poca cosa; sin embargo, Dios no sólo ha tomado nuestra carne naciendo de una mujer, sino que se dejó cuidar en todo en su primera infancia por unos padres humanos; y luego, aprendió de su padre, José, las costumbres y tradiciones propias de su región, de su país, de su culto.
En su fiesta, nos encomendamos al que fue siempre fiel a Dios, al que contó en todo con la confianza de su Creador. Le pedimos nos consiga de Dios la gracia de una fe a la medida de la suya cuando cuidaba de Jesús y de María; una fe que nos lleve a sentirnos más responsables con Dios, que también se hace presente en nuestra vida.

(Guía Mensual)

“Miren, estamos subiendo a Jerusalén…” (Mt 20,18)
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad✍