Este 12 de diciembre las renuncias en el tren gubernamental no se han hecho esperar, con un ministro y dos viceministros saliendo del gobierno del presidente Luis Abinader, sin que haya un motivo conocido.
Estas renuncias vienen de personas que pertenecen a dos de los ministerios que serán eliminados y fusionados a otras incumbencias, como el Ministerio de Economía y el Ministerio Administrativo de la Presidencia, aunque al día de hoy, no se tiene detalle del avance de ese proyecto.
Este jueves fue estremecido desde la mañana con la dimisión del ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pavel Isa Contreras, quien adelantó que su salida se hará efectiva el 10 de enero de 2025.
A Isa Contreras le siguió su viceministro de Planificación, Jeffrey Lizardo Ortiz, quien también presentó renuncia a un cargo que llevaba ocupando hace apenas meses.
Mientras, que por el Ministerio Administrativo de la Presidencia, su viceministra Innovación, Transparencia y Atención Ciudadana del Ministerio Administrativo de la Presidencia, renunció a su cargo en una carta enviada al presidente de la República, Luis Abinader.
Tanto Pavel Isa como Dilia Leticia Jorge Mera afirmaron que buscarán nuevos horizontes en el sector privado tras su paso por el gobierno de Abinader.
En septiembre pasado se anunció que los ministerios de Hacienda y Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) serán fusionados bajo un ministerio de Economía y Hacienda.
Las autoridades gubernamentales señalaron que la fusión del MEPyD y Hacienda mejorará la coordinación y la eficiencia en la gestión pública; y que además se implementarán medidas para optimizar la eficiencia en más áreas de apoyo, como recursos humanos, finanzas, compras, legales, seguridad y comunicación.
Mientras que con el paso del Ministerio Administrativo de la Presidencia a ser parte de la Presidencia de la República se busca mejorar la coordinación y eficiencia en áreas clave como recursos humanos, finanzas y comunicación.
Se explicó que esa unión permitirá una mejor distribución de los recursos que son destinados a esas dos instituciones y liberar unos RD$20,000 millones que podrían ser destinados a otras prioridades del Estado.