“Debemos hacer un compromiso diario y responder cada instante al llamado que Jesús nos hace” (Lc 9,22-25)

LA PALABRA DIARIA

Jueves después de Ceniza

Color: MORADO

18 de febrero de 2021

Primera Lectura: Dt 30,15-20

Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te mando hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella.
Hoy cito como testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y vivirán tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus largos años de habitar en la tierra que había prometido dar a tus padres, Abraham , Isaac y Jacob. »

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 1, 1-2.3.4-6
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento, porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Evangelio: Lc 9, 22-25
Lectura del santo evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.» Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?»

Palabra del Señor


“Debemos hacer un compromiso diario y responder cada instante al llamado que Jesús nos hace” (Lc 9,22-25)

El auténtico seguimiento de Jesús no es algo que se da de la noche a la mañana, y mucho menos es fruto de la emoción de un momento, sino que implica el esfuerzo y la integración de la propia vida, con todo lo que ello implica. El discípulo no debe acomodar el proyecto del reino a sus propios intereses ni a sus caprichos; más bien ha de aceptar con amor y paciencia la propuesta del Maestro, la cual consiste en cargar la cruz de cada día. Esa cruz viene representada por situaciones concretas, a las que debemos darle nombre. Muchas veces son nuestras limitaciones humanas, nuestras carencias espirituales o nuestra falta de caridad. Cargar con todo esto, significa, además, renovarnos cada día para ser mejores y configurarnos más con el Maestro. Debemos hacer un compromiso diario y responder cada instante al llamado que Jesús nos hace.
Este seguimiento a Cristo nos lleva a salir de nuestra zona de confort y a dejarnos interpelar por Él. Cargar la cruz no es simplemente llevarla, sino hacerlo con alegría y esperanza, de esta forma nos configuramos a Cristo el Señor, que cargó primero por nosotros la cruz. En esta cuaresma no sólo tenemos que llevar la cruz procesionalmente en los vía crucis y celebraciones penitenciales, sino que tenemos que ser capaces de hacernos cercanos al sufrimiento de los demás.

(Guía Mensual)

“Miren, estamos subiendo a Jerusalén…” (Mt 20,18)
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad✍