“Cada seguidor del Caminante es único, valioso, irrepetible y hechura a la imagen del Padre"

4 enero 2023 ,

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LA PALABRA CADA DÍA

Feria de Navidad

“Cada seguidor del Caminante es único, valioso, irrepetible y hechura a la imagen del Padre"
Jueves, 5 de enero del 2023

Color: BLANCO

Primera lectura: 1 Jn 3, 11-21
Lectura de la Primera Carta de San Juan

Queridos hermanos: Éste es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas. No les sorprenda, hermanos, que el mundo los odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y saben que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 99, 2.3.4.5
R/. Aclama al Señor, tierra entera

Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores. R/.
Sepan que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
«El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.» R/.

Evangelio: Jn 1, 43-51
Lectura del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: «Sígueme». Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» Felipe le contestó: «Ven y verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» Jesús le responde: «Antes (de) que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «Yo les aseguro: verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor


“Cada seguidor del Caminante es único, valioso, irrepetible y hechura a la imagen del Padre"
Ayer se nos motivaba a dejar el mal – el pecado – para confiar en que somos realmente hijos de un mismo Dios. Hoy, se nos regala el gran mensaje, la esencia de todo el mensaje de la salvación: “que nos amemos unos a otros”. Se trata, pues, de que el amor es la respuesta a todas nuestras oraciones, a todas nuestros deseos y anhelos y a toda esencia de Dios. Es un amor que busca ser repartido, entregado, regalado sin distinción.
Nuestro seguimiento muchas veces tiende a estar sólo salpicado por momentos fugaces de amor. Nos damos a medias y regalamos a los demás lo que nos sobra para “tranquilizar nuestra conciencia ante Él”. Se nos dificulta mirarnos como lo que somos: el verdadero regalo para las personas que nos rodean. Somos nosotros el gran presente de Dios. Descúbrelo. Descúbrete. Descúbrelo en cada persona. Dentro de cada persona vive la semilla que lucha por crecer. Semilla que pretende dar frutos, alimentar y donarse. Es desde el corazón y desde “el Ser” que brota libremente el amor que ansía con toda honestidad donar vida plena al “hermano en necesidad”. La gran paradoja de la vida es que no nos damos cuenta (de) que la semilla vive dentro de nosotros. Es la misma Vida que quiere obrar a conciencia y con plena confianza hacia los demás. Dentro de cada uno existe la raíz del amor, pero aprisionado detrás de los barrotes de nuestras heridas, sufrimientos y autosuficiencia.
Seguirle como Felipe, Andrés, Pedro y Natanael nos conduce por caminos desconocidos. En este viaje aprendemos a permitir que crezca el amor que siempre ha existido. Quizás nos sintamos que “nada bueno puede salir del Nazaret de nuestras vidas”. Posiblemente al caminar permitimos salir nuestras rabias, desencantos, dudas, heridas y sufrimientos. Somos humanos. Eso es parte del vivir. Pero, cada seguidor del Caminante es único, valioso, irrepetible y hechura a la imagen del Padre. Cada uno proviene de una cultura, una historia, un pueblo y una verdad singularmente experimentada. Pero cada historia espera inconscientemente “ver” la luz que vive en la esencia del Ser. El mal – la matanza del hermano – muestra la no aceptación del amor profundo dentro del interior del corazón.
Abrámonos con total seguridad, confianza y honestidad a Dios para “ver cosas mayores”, para recibir bendiciones y para experimentar relaciones humanas más saludables. ¡Eso es honestidad en el seguimiento!

(Guía mensual)

“Que el Dios de la vida y dador de vida te cubra con su alegría y con su paz”✍

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