El 28 de septiembre, apenas un mes de llegar al poder, el expresidente Leonel Fernández promulgó la Ley 288-04 sobre Reforma Fiscal para hacer frente a una crisis bancaria que había sacudido el país un año anterior durante la gestión de Hipólito Mejía.
En aquel entonces, Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), llegó al poder y contaba con un solo senador, José Tomás Pérez,por lo que era imposible que sus iniciativas pasaran por el Congreso Nacional sin el apoyo de la oposición, cuya mayoría recaía en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
El paquete fiscal de Fernández fue aprobado con el apoyo de los legisladores opositores y una serie de subida de impuestos fue puesta en marcha en búsqueda de la recuperación económica del país.
Hoy, 20 años después, Leonel Fernández es el más férreo opositor al proyecto de reforma fiscal que impulsa el presidente de la República, Luis Abinader, calificándolo como un “bombazo fiscal”.
La reforma fiscal de Leonel estableció seis fuentes impositivas, con lo que su gobierno buscaba aumentar las recaudaciones para hacer frente al déficit fiscal. Esos impuestos significaban una recaudación adicional de RD$22,000 millones anuales.
La ley dispuso el aumento del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) de 12% a 16%. El ITBIS a la publicidad fue de 10%.
El impuesto selectivo a bebidas alcohólicas y tabaco fue el primer año para el litro de alcohol para cervezas de RD$217 a RD$326 y en el caso del ron, desde RD$92 a RD$136.50.
En el 2008 todos pagarían RD$233.87 por litro de alcohol aumentando en RD$156, dispuso aquella ley.
Por cada cajetilla de 20 cigarrillos el consumidor tributó RD$13.44 y las 10 pagó RD$6.72.
La exención del pago del Impuesto Sobre la Renta se aplicó a las personas que ganan hasta RD$240,000 anuales.
Quienes devengan entre esa cantidad y RD$320,000 pagaron el 15%, desde esa cantidad hasta RD$420,000 el 20% y de ahí en adelante el 25%.
Durante el proceso de discusión del proyecto el sector azucarero dominicano y de Zonas Francas se enfrentaron. Los productores nacionales de azúcar querían que se aplicara el impuesto mientras que los empresarios de zonas francas se oponían.