LA PALABRA CADA DÍA
VIII Semana. Tiempo Ordinario
Martes, 30 de mayo del 2023
“Jesús reflexiona con sus discípulos sobre lo difícil que es para los ricos entrar en el reino de Dios”
Color: VERDE
Primera lectura: Ecl 35, 1-15
Lectura del Libro del Eclesiástico
Quien observa la ley multiplica las ofrendas, quien guarda los mandamientos ofrece sacrificios de comunión. Quien devuelve un favor hace una ofrenda de flor de harina, quien da limosna ofrece sacrificios de alabanza.
Apartarse del mal es complacer al Señor, un sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia. No te presentes ante el Señor con las manos vacías, pues esto es lo que prescriben los mandamientos. La ofrenda del justo enriquece el altar, su perfume sube hasta el Altísimo. El sacrificio del justo es aceptable, su memorial no se olvidará. Glorifica al Señor con generosidad, y no escatimes las primicias de tus manos.
Cuando hagas tus ofrendas, pon cara alegre y paga los diezmos de buena gana. Da al Altísimo como él te ha dado a ti, con generosidad, según tus posibilidades. Porque el Señor sabe recompensar y te devolverá siete veces más.
No trates de sobornar al Señor, porque no lo aceptará; no te apoyes en sacrificio injusto. Porque el Señor es juez, y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 49, 5-6.7-8.14 y 23
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
«Congréguenme a mis fieles, que sellaron mi pacto con un sacrificio». Proclame el cielo su justicia; Dios en persona va a juzgar. R/.
«Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; Israel, voy a dar testimonio contra ti; —yo soy Dios, tu Dios—. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí». R/.
Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo. «El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios». R/.
Evangelio: Mc 10, 28-31
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones— y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».
Palabra del Señor
“Jesús reflexiona con sus discípulos sobre lo difícil que es para los ricos entrar en el reino de Dios”
El pasaje de Eclesiástico hoy nos presenta una reflexión profunda sobre la relación que debe existir entre el ser humano y Dios. En primer lugar, se destaca la importancia de la generosidad y la justicia en la vida de las personas. Se nos invita a hacer sacrificios y ofrendas a Dios como una muestra de gratitud por todo lo que nos ha dado. Se nos recuerda que Dios es justo y que recompensará a aquellos que lo buscan con sinceridad y humildad. No importa la cantidad de nuestras ofrendas, sino la intención sincera y el amor que ponemos en ellas. La lectura también hace hincapié en la necesidad de la humildad y la reverencia hacia Dios. Debemos reconocer nuestra propia limitación y nuestra dependencia de Dios para alcanzar la verdadera felicidad y la paz interior. En definitiva, esta lectura nos llama a reflexionar sobre la importancia de nuestra relación con Dios y cómo podemos cultivar una actitud de generosidad, justicia, humildad y reverencia hacia Él. Debemos buscar siempre la voluntad divina y poner en práctica sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana.
El evangelista san Marcos narra un diálogo entre Jesús y sus discípulos, luego que un hombre rico le preguntara a Jesús qué debía hacer para heredar la vida eterna. Después (de) que el hombre se alejara triste porque no estaba dispuesto a renunciar a sus posesiones materiales, Jesús reflexiona con sus discípulos sobre lo difícil que es para los ricos entrar en el reino de Dios. Entonces, Pedro le dice a Jesús: "Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido". Y Jesús responde diciendo que aquellos que han dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por el bien del Evangelio, recibirán cien veces más en esta vida y en la vida por venir heredarán la vida eterna.
La reflexión de este pasaje nos invita a preguntarnos si estamos dispuestos a dejar todo por seguir a Jesús y a su llamado a vivir en el reino de Dios. ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestras posesiones materiales, a nuestras relaciones más cercanas y a nuestros intereses personales para buscar primero el reino de Dios y su justicia? Es importante recordar que, aunque renunciar a todo lo que tenemos puede ser difícil, el reino de Dios nos ofrece una recompensa mucho mayor que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecernos.
Oración: Señor Jesús, Tú que nos llamas a reflexionar sobre nuestra disposición a seguir a Jesús y a renunciar a todo lo que nos impide acercarnos a Dios y vivir en el reino de Dios, ayúdanos a encontrar verdadera felicidad y plenitud en nuestras vidas y en nuestra relación con Dios.
(Guía Litúrgica)
“El Cristo Resucitado y que vive en la comunidad nos conceda su bendición abundante”✍