Con motivo de la conmemoración de los Cien años de la formalización de las relaciones diplomáticas entre la República Oriental del Uruguay y la República Dominicana, la Embajada dominicana con sede en Montevideo, realizó un acto-ofrenda floral en la Plaza Independencia, en el monumento José Gervasio Artigas prócer del Uruguay.
En el marco de un programa de actividades que se desarrollará durante un año, desde el 27 de noviembre del año 2025 al 27 de noviembre del año 2026; el 9 de diciembre también se realizó un acto de puesta en circulación de la Revista “100 años de Relaciones Diplomáticas República Dominicana – República Oriental del Uruguay.
Estos actos han contado con el acompañamiento de la Cancillería uruguaya, con funcionarios de Estado, funcionarios del cuerpo diplomático acreditado en Uruguay, legisladores, empresarios, y con representantes de la comunidad dominicana residente en Uruguay.
El discurso central a propósito de la ocasión estuvo a cargo de Su Excelencia el Embajador Fidel Santana, quien destacó que se cumplieron 100 años desde que, el 27 de noviembre de 1925, el abogado, escritor y diplomático dominicano Tulio Manuel Cestero presentó cartas credenciales ante la Cancillería uruguaya en calidad de Ministro Plenipotenciario, inaugurando una nueva etapa en las relaciones entre los dos países, que hasta entonces habían estado caracterizadas por el intercambio epistolar entre presidentes -algunos de breve permanencia en el poder- y por la designación de cónsules honoríficos.
Agregó Santana que el arribo a Uruguay del Ministro Cestero concretaba la mutua voluntad de profundizar lazos de amistad que, por más de 50 años, habían manifestado y reiterado los distintos gobiernos de ambas naciones, sumado a la larga cadena de vínculos culturales y gestos solidarios entre nuestros pueblos.
“La designación de Cestero, que tendría concurrencia en varios países de Sur América, fue la señal de un cambio sustancial operado en la dinámica diplomática de la República Dominicana que, a partir del año 1924, logra dejar atrás la tradición epistolar para avanzar a una etapa de profesionalización del servicio exterior, estableciendo vínculos más formales, que aportarían un acercamiento sostenido a la mayoría de los países de la región y, muy especialmente, a la República Oriental del Uruguay”, sostuvo el jefe de la misión diplomática dominicana en Uruguay.
El contexto en que esto ocurrió tiene gran significación histórica, pues a partir del año 1924, luego de ocho años de ocupación extranjera, otra vez nuestra nación había logrado recuperar su soberanía.
El embajador Santana sostuvo que “Durante esos años en que el pueblo dominicano escribía otro capítulo de resistencia cívica y lucha diplomática por recuperar su soberanía, la ciudadanía, el gobierno y los intelectuales uruguayos aportaron su solidaridad y sumaron su energía a las voces que constituirían un clamor latinoamericano en favor de la desocupación del territorio dominicano, gestos que los dominicanos sabremos agradecer por siempre con hermandad, lealtad y respeto por la patria forjada por Artigas y todos los próceres de esta tierra fecunda.”
“En reconocimiento a esa historia de vínculos que se ha forjado entre nuestros pueblos y gobiernos, esta noche nos complace el acompañamiento de todos y todas los y las presentes en este breve pero significativo evento en que, además de conmemorar el centenario del arribo del primer jefe de misión dominicano en presentar cartas credenciales ante la Cancillería uruguaya, también ponemos a circular una revista en la que dejamos en manos de ustedes varios trabajos sobre los aspectos más relevantes de éstos 100 años de amistad y sus antecedentes más relevantes”, indicó.
La indicada revista contiene una apretada síntesis del proceso de constitución de la colectividad que sirvió de base para la organización de la gesta colonizadora de América, así como los avatares, dificultades y desafíos que fueron forjando un pueblo indómito, que con inmensas ansias libertarias, terminaría constituyéndose en nación soberana, en el año 1844, y que a lo largo de su existencia ha tenido que sobreponerse a amenazas y fuerzas inmensas, preservando a costa de muchos sacrificios la voluntad de ser libres.
También se destacan distintos acontecimientos que han dejado huellas imperecederas y que resumen algunos de los hitos más relevantes de la relación bilateral, resaltando en los últimos 40 años de estos vínculos un hermanamiento caracterizado por la estabilidad y la profundización de las conquistas democrática en ambas naciones.
Santana indicó que la publicación también hace énfasis en la visita del presidente Luís
Abinader a Montevideo, para asistir a los actos de toma de posesión del Profesor Yamandú Orsy, presidente constitucional de la República Oriental del Uruguay, lo que constituye el último eslabón de la cadena de actos simbólicos, protocolares y de Estado con los que se ha ido forjando una sólida amistad entre los dos países.
“Esta visita es el más reciente capítulo de la hermandad entre dos naciones que apuestan a seguir escribiendo un camino de fortalecimiento democrático, de acompañamiento cotidiano a los esfuerzos mutuos por alcanzar mayores niveles de bienestar para sus ciudadanos, de fluido intercambio cultural y de marcado interés por ampliar el comercio”, puntualizó.
Al concluir sus palabras, el embajador Santana señaló que “Uruguay, que siempre ha estado al dado de la República Dominicana, tanto en los buenas como en las dificultades, no sólo encontrará en nuestro pueblo y gobierno un agradecimiento retribuido con la lealtad al vínculo que hemos forjado juntos, el que permanecerá por siempre, con el único riesgo de que cada vez sea más fuerte al paso del tiempo.”