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Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

LA PALABRA CADA DÍA

VIII Semana. Tiempo Ordinario

Jueves, 1 de junio del 2023

Fiesta: Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Color: BLANCO

Primera lectura: Is 52, 13-53,12
Lectura del Libro del Profeta Isaías

Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.
Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos; ante él, los Reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su presencia como un brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza.
Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturados por nuestros crímenes.
Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como un cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron. ¿Quién medito en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malhechores; porque murió con los malvados, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años; lo que el Señor quiere prosperará por sus manos. A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará; con lo aprendido, mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes, con los poderosos tendrá parte en los despojos; porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, y él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.

Palabra de Dios

(O bien Carta a los Hebreos 10,12-23)

Salmo Responsorial: 39, 6.7.8-9.10.11
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Cuántas maravillas has hecho, Señor, Dios mío, cuántos planes en favor nuestro; nadie se te puede comparar. Intento proclamarlas, decirlas, pero superan todo número. R/.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio. R/.
Entonces yo digo: «Aquí estoy —como está escrito en mi libro— para hacer tu voluntad». Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios; Señor, tú lo sabes. R/.
No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.

Evangelio: Lc 22, 14-20
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con sus discípulos. Y les dijo: «¡Cómo he deseado celebrar esta pascua con ustedes antes de morir! Porque les digo que no la volveré a celebrar hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios».
Tomó entonces un cáliz, dio gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; pues les digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios». Después tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía». Y después de la cena, hizo lo mismo con el cáliz diciendo: «Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes».

Palabra del Señor


“Con la última cena comienza Jesús su pasión y su gloria”
Coincide el inicio del mes de junio con la celebración de la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, la cual se celebra el jueves siguiente al Domingo de Pentecostés.
Esta Palabra es un llamado vehemente a que responsablemente prestemos atención y cuidado a la “Casa Común” que Dios nos creó a nosotros sus hijos.
Recordemos que Dios plantó un jardín en Edén donde colocó al hombre que había formado para que lo “labrase y lo cuidase” (Gn 2, 8.15). Dios nos sigue llamando a que seamos honestos con la creación, para evitar las consecuencias negativas que provocamos en la naturaleza que traen como resultado del cambio climático.
El escenario que nos describe Lucas en la lectura de hoy lleva el sello de la futura celebración eucarística, el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre, misterio de fe y de amor. Con la última cena comienza Jesús su pasión y su gloria. Él irá al Padre, pero se queda Él mismo, permanecerá entre los hombres. Pero eso no lo entienden los apóstoles allí sentados con Él, aunque sí les quedará el recuerdo de este precioso momento con el Maestro para revivirlo luego de su resurrección. Es allí cuando comprenderán que la mirada, gestos y palabras de Jesús están dirigidas siempre al reino de Dios, que su muerte no es su fin.
Es la cena pascual que Jesús ha instituido de manera nueva, con Él en el centro se transforma en la gran acción de gracias de la Iglesia con Cristo, la Eucaristía.
Admiramos en este gesto de Jesús su corazón de pastor y salvador, especialmente en la institución de la Eucaristía. La comunidad revive este encargo de repetir esta cena, lo que da fuerza y vida a la Iglesia para obrar en comunidad por el reino de Dios.

(Guía Litúrgica)

“El Cristo Resucitado y que vive en la comunidad nos conceda su bendición abundante”✍

Categorías: Nacionales
Etiquetas: La Palabra Diaria
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