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Aclamen, justos, al Señor, cántenle un cántico nuevo: La Palabra del Miércoles 👇

REFLEXIONANDO LA PALABRA

Feria Privilegiada de Adviento

“Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre"

Miércoles, 21 de diciembre del 2022

(Se puede hacer conmemoración de San Pedro Canisio, Presbítero y Doctor de la Iglesia)

Color: MORADO o BLANCO

Primera lectura: Can 2, 8-14
Lectura del Cantar de los Cantares

¡Miren, ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas! Mi amado como una gacela, es como un cervatillo. Miren: se ha parado detrás de mi tapia, atisba por las ventanas, observa por las rejas.
Mi amado me habla así: «¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido, brotan flores en la vega, llega el tiempo de la poda, el arrullo de la tórtola se deja oír en los campos; apuntan los frutos en la higuera, la viña florece y da perfume.
¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Paloma mía, que anidas en los huecos de la peña, en las grietas del barranco, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz, porque es muy dulce tu voz, y es hermosa tu figura».

Palabra de Dios

(O Bien: Sofonías 3, 14-18a)

Salmo Responsorial: 32, 2-3.11-12.20-21
R/. Aclamen, justos, al Señor, cántenle un cántico nuevo
Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas; cántenle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones. R/.
El plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. R/.
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. R/.

Evangelio: Lc 1, 39-45
Lectura del Santo Evangelio según Lucas

Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor


“Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre"
En esta visita a Isabel, María nos enseña a ser siempre emprendedores y valientes cuando se trata de la verdad de Dios, la verdad del Evangelio. Gozo en el alma y en el rostro de Isabel, y en el niño que salta de alegría dentro de sus entrañas. Las palabras de la prima de María traspasarán los tiempos: «¡Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!» (Lc 1,42). Las dos experimentan las obras grandes de Dios en su vida. María es la virgen servicial, la que no duda en abrirse a los demás para compartir sus alegrías y sus dolores. La servidora del Señor, de la Palabra, servidora del Reino, servidora de sus semejantes.
La Maternidad Divina y salvífica de María hacia Cristo, se torna en maternidad espiritual hacia nosotros. Como educadora de fe, con servicio y amor materno. Concibió a Cristo antes con la fe que con el vientre.
Este servicio, prestado con naturalidad y sencillez, se transforma en canal de gracia divina. La caridad es servicial, no busca sólo su propio interés, y lo soporta todo (1 Cor 13,3-13). María “fue con prontitud”. Para hacer la caridad hay que ir deprisa. La alegría es inseparable de la fe. «¿Quién soy yo que la madre de mi Señor venga a verme?» (Lc 1,43).

(Guía mensual)

“Que el Dios de la vida y dador de vida te cubra con su alegría y con su paz”✍

Categorías: Nacionales
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