"Manténgase firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud”

LA PALABRA CADA DÍA

XXVIII Semana. Tiempo Ordinario

"Manténgase firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud”

Lunes, 14 de octubre del 2024

Primera lectura: Gál 4,22-24.26-27.31-5,1
Lectura de la Carta de San Pablo a los Gálatas

Hermanos: En la Escritura se cuenta que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre; el hijo de la esclava nació de modo natural, y el de la libre por una promesa de Dios.
Esto tiene un significado: Las dos mujeres representan dos alianzas. Agar, la que engendra hijos para la esclavitud, significa la alianza del Sinaí.
La Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre, como dice la Escritura: «Alégrate, estéril, que no das a luz, rompe a gritar, tú que no conocías los dolores, porque la abandonada tiene más hijos que la que vive con el marido».
Resumiendo, hermanos, no somos hijos de esclava, sino de la mujer libre. Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manténganse firmes, y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 112,1-2.3-4. 5a y 6-7
R/. Bendito sea el nombre del Señor por siempre

Alaben, siervos, al Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/.
De la salida del sol hasta el ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. R/.
¿Quién como el Señor Dios nuestro, que se eleva en su trono? ¿Y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre. R/.

Evangelio: Lc 11,29-32
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor


"El Señor es la defensa de mi vida”

“Manténgase firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud”

En la historia de la salvación de la humanidad, narrada en la biblia, encontramos incontables episodios de la misericordia y paciencia de Dios. Dios nos muestra su voluntad, su plan para nuestras vidas, sus promesas a través de nuestros sacerdotes, lideres, predicadores, hermanos comunitarios; aun así, una y otra vez el ser humano, tú y yo, nos desesperamos, nos apresuramos, nos desviamos de la ruta trazada y caemos nuevamente en la esclavitud, en la senda de la miseria y en la desobediencia, creyendo que seremos más plenos, más felices y que alcanzaremos nuestro objetivo de vida por nuestros propios medios.
Dios elige a Sara para ser madre de la descendencia de Abraham, tanto ella como Abraham por su humanidad, se inquietan por el “cuándo” se cumplirá la promesa, cuándo llegará la prole prometida y comienzan a buscar un plan alterno para obtener la promesa. ¿Cuántas veces hemos apelado al camino más rápido o fácil para lograr los sueños que entendemos nos traerán plenitud y felicidad? Posiblemente logremos cosas que no son malas en sí, pero esos caminos alternos no nos darán la plenitud y la felicidad que viene de quien mejor me conoce.
“¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono, y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre”. Dios siendo el creador, el todo poderoso no me necesita, pero es quien me salva, quien me saca de mis adicciones, de mis desórdenes, de mi falta de esperanza; salva mi matrimonio, salva mis hijos de enfermedades, en resumen, DIOS ME SACA DE MI ESCLAVITUD.
Jesús proclama que su generación no verá más señales que la de su vida y paso por la tierra, donde padecerá las más terribles de las torturas, humillaciones, sufriendo calumnias, abandonos, presiones políticas y traiciones.
Hoy día, hermanos, la advertencia sigue vigente, nuestra señal que Dios es real, que nos ama, que perdona nuestros pecados y nos quiere salvar de nuestras miserias y que quiere resucitarnos en el día final sigue siendo JESUS. La exhortación de Pablo a los gálatas sigue siendo actual. “Por tanto, manténgase firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud”.
Hermanos queridos, mantengámonos firmes en la oración personal y comunitaria; no nos dejemos engañar de este mundo que nos quiere atraer nuevamente al lodo, a la depresión, al vicio, a la corrupción, a las infidelidades y a todas las cosas que nos alejan de plan de Dios en nuestra vida. Solo Dios nos puede dar una vida plena en la persona de Jesús, quien nos mostró el camino. Amar hasta que duela y Dios nos resucitará en el día final, donde estaremos la vida eterna gozándonos en Él.

(Guía Mensual)

“Que el Dios de la vida y dador de vida te cubra con su alegría y con su paz”✍